
Escribió en una hoja de papel todas sus esperanzas,
En ese trozo de papel guardo parte de su corazón,
Con ilusiones y un proyecto la de encontrar esa persona
Que sintiera lo que el corazón le iba a decir.
Al final del escrito dirección y nombre,
Lo metió en una botella de cristal arrojándola al mar,
Con la ilusión de que algún día esa persona vendría a buscarla,
Paso el tiempo con el nacieron sus canas pero siempre guardo
La esperanza de que la encontraría, hasta que una día:
Iba a salir, alli delante estaba,
Con la botella en la mano diciéndole:
“También te estaba buscando”
No tuvieron que seguir hablando porque fueron sus corazones
Quien hablaron por ellos dos, porque al fin dos almas gemelas
Se encontraron para nunca jamás separarse.
Autora
Mari