Noche de pasion

Todo comenzó cuando decidimos salir un grupo de amigas aquella noche, entramos a un bar musical, mientras que oíamos la música podíamos disfrutar de una agradable velada, nos empezamos a contar nuestras cosillas de lo que había sido nuestros últimos siete días, fue en aquel momento que en la mesa de delante se sentaros varias personas pero me impacto una en concreto, era alto, moreno, ojos oscuros, fracciones alargadas con dos hoyitos que se le hacían cuando sonreía que eso lo hacia bastante, no se que me pasaba que no podía de dejar de mirarle, se dio cuenta clavo sus ojos en mi, me ruborice, cuando volví a mirarlo seguía mirándome fue cuando me sonrió, ¡dios que guapo era! no atendía para nada lo que decían mis amigas, solo estaba aquel hombre que me tenia embrujada no pudiendo mirar a ninguna otra parte, fue cuando mis amigas comprobaron por si misma que pasaba había algo en el ambiente se percataron empezando a reírse, nunca me habían visto así, tan modestia siempre, ahora estaba descaradamente mirando aquel hombre que el tampoco dejaba de mirarme. Fue cuando se levanto, me dijo que no podía dejar de mirarme, que lo estaba seduciendo, mis amigas se echaron a reír, pero sabían que era lo mismo que me estaba pasando, ¿ ni nombre es Pablo y el tuyo¿ Raquel...lo dije casi sin voz no me salía, estaba aturdida de las sensaciones que tenia, fue en aquel instante cuando me beso en la mejilla…fue como si me recorriera una chispa eléctrica por todo mi cuerpo, te apetece hablar conmigo a solas para ir conociéndote algo mas,…-si-…me levante dejando a mis amigas con la boca abierta…¿Raquel dejando a sus amigas por alguien que acaba de conocer no puede ser?…pero lo hice, nos sentamos en una mesa casi en un rincón, me empezó hablar, sus palabras sus gestos me estaban embriagando , sentía deseos incontrolados, dejarme seducir, era un decir porque ya lo estaba, fue cuando sus labios se juntaron con los míos, mientras que sus manos recorrían mi cuerpo, aquellos labios suaves, tiernos que jugaban con mi lengua que me hacia volverme loca, mi cuerpo deseaba mas, era un esponja, fue cuando dijo -quieres venir a mi casa- -si-no tarde nada en decirlo era lo que deseaba mi cuerpo. Mientras que íbamos me fue explicando detalles de su vida, pero eso no me importaba solo quería estar muy cerca de el, unir nuestros cuerpos, dejar volar nuestra pasión, contaba el tiempo que faltaba para llegar era lo único que deseaba apagar la pasión que me había transmitido lo demás carecía de importancia.
Por una noche deje que mi pasión saliera a flote me deje llevar por ella, tengo que decir que fue una experiencia maravillosa, seguro que se puede repetir muchas veces porque Pablo cuando lo miro me tiene en el bote, lo mismo que el dice que le tengo así que creo que tendremos muchas mas noches de pasión desbordante.


Autora
Mari