Soy participante y no una espectadora de mi propia vida.....

Desde la ventana contempla la intensa lluvia que cae,
La acompaña rayos y bien sonados truenos,
Contemplo la imagen que se proyecta en la ventana,
Soy yo o es otra persona, no me reconozco, esa mujer esta pálida, sin brillo en los ojos, tristeza y melancolía es lo que transmite su rostro.
¿Cómo es posible que haya cambiado tanto? La mujer de ayer, alegre, optimista, con esperanzas:
Desapareció, de quien fue la culpa, de aquel desampresivo que jugo con sus sentimientos. Aquel que juro rejuro que la quería para después leer que no sentía nada, que su vida en común fue solo una pamplina.
Se volvió a mirar y se juro que aquello cambiaria, así que tomo la determinación de decir…adiós a la tristeza, adiós a todo lo malo que había en ella, adiós al recuerdo de aquella persona que tanto mal le hizo, fue hacia el armario se puso su mejor ropa, maquillo su cara y empezó a reírse y decir:
Desde este mismo instante voy a ser feliz y voy en busca de mis amigos porque deseo volver a la vida y no ser una mujer que contempla pasar la vida delante suyo sin pena ni gloria.
Desde ese instante cambio su vida, iba a luchar por cambiar todo lo malo, ya no habra mas tristeza, sus ojos brillan con mayor intensidad.
Hay un mundo ahí afuera que la espera, porque quiere ser participante y no una simple espectadora que deja que su vida se vaya apagando sin hacer nada para cambiarla.
Porque ella es el motor de su propia vida y dentro de ella esta la clave para ser feliz y tener alegria y salio a la calle con una amplia sonrisa porque desde ese instante se iba a comer el mundo.


Autora
Mari