El escritor Arthur Miller protestó contra la guerra de Vietnam, luchó contra los abusos que su Gobierno perpetró contra los comunistas, estuvo siempre del lado de los desfavorecidos, pero repudió a su propio hijo por ser un discapacitado mental.
Según publica la revista Vanity Fair en su número de este mes, el autor de obras universales como Muerte de un viajante tuvo un hijo con síndrome de Down en 1966, fruto de su matrimonio con la fotógrafa Inge Morath, a la que conoció durante el rodaje de Vidas rebeldes cuando aún estaba casado con la protagonista de aquel filme, Marilyn Monroe. Morath tuvo primero una hija, Rebecca Miller, hoy una reconocida cineasta, y luego llegó Daniel, quien cuatro días después de nacer, y pese a la oposición de Inge Morath, sería depositado en un orfanato y eliminado por completo de la vida pública y privada del escritor. "Nunca se ha publicado una fotografía suya, pero quienes conocen a Daniel Miller dicen que se parece a su padre". Así arranca un extenso reportaje de investigación que por primera vez saca a la luz los detalles de la oscura relación entre el escritor y su hijo secreto. Rebecca Miller asegura que Daniel es hoy "parte de la familia", pero nunca lo fue mientras su padre estuvo vivo.
Con fama de ególatra, frío y orgulloso, el escritor escondió públicamente la existencia de aquel hijo que no parecía ser compatible con su vida de dramaturgo e intelectual de referencia. Ni siquiera lo menciona en su libro de memorias, Timebends. Sin embargo, seis semanas antes de morir, a los 89 años, Miller quiso enmendar 40 años de ausencias y decidió incluir a Daniel en su testamento, repartiendo su riqueza a partes iguales entre sus cuatro hijos (además de Rebecca y Daniel, también fue padre de Jane y Robert, fruto de su matrimonio con Mary Slattery).
Daniel, quien llegó a participar en los Juegos Paralímpicos compitiendo en categorías como esquí y ciclismo, creció solo en diferentes instituciones y no conoció a su padre hasta 1995, cuando durante un acto público en el que el escritor iba a hablar en defensa de un discapacitado mental acusado de asesinato, Daniel subió al escenario y abrazó a Miller.
Hay un lugar dentro de mi casa que es mi lugar favorito, desde el contemplo el mundo que me rodea delante de mi ordenador. Quiero desde el transmitiros mi experiencia algunas veces buena otras no tanto de mi paso por la vida con mi discapacidad, otras veces sera mis sueños, ilusiones y esperanza de seguir disfrutando de todo lo que me rodea....pero siempre desde....mi rincon
No es la discapacidad lo que hace difícil la vida, sino los pensamientos y acciones de los demás.
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Después de 40 años se acordó de que tenia un hijo o es como he leído por aquí en un comentario que vio que le quedaba poco tiempo de vida y quería ser perdonado para subir al cielo....sera cap... no merecía ser perdonado por su hijo ni por nadie y si yo fuera San Pedro le doy con las puertas en la nariz.
ResponderEliminarmari