Los discapacitados logran uno de cada 2.000 empleos

Los discapacitados logran uno de cada 2.000 empleos
PABLO CRUZ. 15.10.2007
Virginia Martín. Sólo una cuarta parte de sus puestos de trabajo son en instituciones. Fepamic critica a las empresas por sus «prejuicios» y su «desconfianza».
Encontrar trabajo en Córdoba no es fácil. Pero, si el que va todos los meses a una oficina de empleo es un discapacitado, las dificultades se elevan a la enésima potencia. Así se pone de manifiesto en un informe de la Consejería de Empleo, que revela que sólo una de cada 2.000 contrataciones que se realizaron en la provincia entre enero y agosto de este año tuvieron como afortunado destinatario una persona con alguna minusvalía física o psíquica.

El presidente de la Federación de Minusválidos Físicos de Córdoba (Fepamic), Antonio Hermoso, habla de «desconfianza» y de «prejuicios» por parte de los empresarios, «que creen que nosotros no podemos trabajar como cualquier otra persona». Añade Hermoso que «el mejor ejemplo son los 300 empleados con alguna discapacidad que hay en las compañías que nosotros mismos hemos creado».

Pero es paradójico que el 75% de los contratos a discapacitados se hagan en el sector privado. Es decir, sólo una cuarta parte de los empleos se producen en empresas públicas o en instituciones, según datos de Fepamic, cuando la ley obliga a que en las convocatorias de empleo público el 3% de los puestos se reserven a personas con problemas de movilidad.

La propia Junta considera a los discapacitados como un colectivo de interés para el empleo y realiza medidas directas para favorecer su contratación, pero a la vista está que su efecto es mínimo.

OTROS DATOS

En el paro

En Córdoba hay censados en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo 2.040 personas con alguna discapacidad, de los que 990 son mujeres.

Más estabilidad

De los contratos firmados por discapacitados en la provincia hasta agosto, el 43% eran indefinidos. Una cifra elevada si se tiene en cuenta que en el resto de personas es del 4%.

PLANTANDO CARA A LA DISCRIMINACIÓN LABORAL

A pesar de sufrir esclerosis múltiple, Virginia Martín hace su trabajo de enfermería con normalidad.

Hace tres años Virginia tuvo que pasar un trago amargo cuando fue despedida del supermercado donde trabajaba. Sus jefes «no soportaban mis ausencias por los ataques que sufría debido a mi enfermedad». Padece esclerosis múltiple, para la que no existe cura y de la que se desconocen las causas que la provocan. Afecta al sistema nervioso y provoca a quienes la padecen invalidez y una movilidad reducida.

Pero su suerte cambió tras permanecer una larga temporada en el paro. Un día la oportunidad llamó a su puerta y allí estaba ella para demostrar al mundo que era tan capaz como cualquier otra persona. Virginia es ahora auxiliar de enfermería. No cuida a enfermos cualquiera, sino a unos muy especiales para ella porque también sufren la lacra de la discriminación social. Trabaja en un centro de día que gestiona Fepamic. «Ahora siento que confían en mí, algo que no pasaba en absoluto en el pasado», resalta.

A sus 32 años, esta mujer natural de Palma del Río se siente actualmente como «una persona corriente, pese a mi enfermedad». No obstante, reconoce que aún queda mucho por hacer para que la sociedad acepte a los discapacitados como mano de obra.

http://www.20minutos.es/noticia/29023/0/plantando/cara/descriminacion/-------------------------------------------------------------------------------