No es la discapacidad lo que hace difícil la vida, sino los pensamientos y acciones de los demás.




jueves, 4 de diciembre de 2008

Felicidades por no tu cumpleaños de Antonio mi gran amigo y colaborar del grupo


Es el momento de la pausa. Es el momento de vivir el sueño. Hace poco, nuestros deseos se desmadejaban en caricias y sensaciones y ahora, avanzada la madrugada sólo reina en la habitación la quietud de la noche, la moviola del amor y la respiración tranquila de tu plácido sueño. La luna que atraviesa el suave visillo pasa de puntillas iluminando tu rostro. Me siento como un espía de nuestro amor. No sé con qué estás soñando tú, pero yo vivo mis propias ensoñaciones despierto, clavando mis ojos en la desnudez de tu tibio cuerpo que una hora antes parecía el de una contorsionista circense capaz de inventar mil posturas para que nuestra calentura enamorada sacase el máximo partido a la noche de pasión, risas y cariño. Reparo en tus ojos descansados y en tu boca tranquila que antes parecían el rostro inquietante de una persona fuera de sí. Tus labios se tensaban, tu cuerpo parecía de acero como si una corriente de miles de voltios lo atravesaran ¡así de fuerte es la pasión! La oscuridad no me impide del todo echar un vistazo a la habitación y veo cómo empezó todo: unos vasos que no dejamos que terminasen de vaciarse. Mi ropa y calzado siembran aleatoriamente el suelo de la habitación, mientras que la tuya está escrupolasamente colocada o colgada, excepto la más íntima, porque sabes que uno de mis caprichos fetichistas es quitártela yo mismo. No me apetece dormir todavía. Necesito seguir mirándote y dar gracias a una hipotética altura celestial por haber cruzado nuestros caminos y haber logrado encender la primera chispa que luego provocó el fuego en el que consumimos nuestras fuerzas hace menos de una hora. En silencio, sin querer emitir el más mínimo sonido que interfiera tu merecido descanso, mis labios se mueven y emiten un sordo "te quiero". Y de repente, los velos que tapan tus pupilas se abren, me miran, tus labios se arquean en una sonrisa y emiten esas mismas palabras con una suave voz ronca. Mientras me abrazas, apoyas tu cabeza en mi pecho y advierto que tu respiración se acompasa al ritmo de tu sueño. Vuelvo a cerrar los ojos. Seguro que esta noche no se me borra la sonrisa. Antonio R.

1 comentario:

  1. Por eso todos le llamamos nuestro profe porque sabe muy bien escribir, nos transmite nuevas sensaciones, ademas de ser un buen amigo y compañero de este grupo que formamos que es nuestra pequeña familia.
    Besitos Lisa

    ResponderEliminar

Deseos y amores, poseen futuros inciertos uno nunca sabe cuando se cumplen sino hasta tenerlos.
Gracias por dejar tu huella en mi humilde morada.