Voy a exponer mi caso (que supongo) será el de muchos.Hace 5 años aprox. cuando me amputaron una pierna me negué a hacer mis necesidades en la habitación del hospital delante de todo el mundo, desde el primer día me levantaba de la cama, me subía a la silla de ruedas y como podía sin ayuda de nadie excepto de mi mujer, iba al cuarto de baño a hacerlo.Cuando me dieron el alta y regresé a mi casa, me encontré que la silla de ruedas no entraba por la puerta del baño , así que desde entonces tengo que hacer mis necesidades en el dormitorio, cosa que considero una |"humillación" diaria.También quiero contar que en una ocasión que fui al Juzgado de lo Civil de Huelva, cuando tuve la necesidad de ir al baño también me encontré que la silla de ruedas no entraba por la puerta, fuimos a todos lo bares alrededor del juzgado y en ninguno pasaba la silla, así que al final lo tuve que hacer en una botella, en el pasillo del juzgado, delante de todo el mundo. Es humillante ¿o no?
Un saludo
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Deseos y amores, poseen futuros inciertos uno nunca sabe cuando se cumplen sino hasta tenerlos.
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